Esta novela cayó en mis manos por la
sencilla razón de la curiosidad que me producía leer algo de este
autor. Mis amigas quedaron encantadas con Una tienda en París y
esto, junto con las buenas críticas que me encontré por las redes
sociales, hizo que no pudiera resistirme a La Noche Soñada
y tengo que decir que no me puedo sentir más orgullosa de la
elección que tuve.
Haciendo un breve
resumen, el libro narra las vivencias que le suceden a Justo
Brightman. Este niño crece en la localidad de Calabella, en la Costa
Brava, y allí ocurre un suceso que marca las vidas de él mismo y de
su familia y, podría decirse también, su destino. A lo largo de sus
recuerdos, vemos como Justo, que ya es fotógrafo profesional tal y
como siempre soñó, vivió su infancia y observamos el desarrollo de
su vida, todo ello conjugado con el momento actual en el que se
encuentra, que es en el día del cumpleaños de su madre en Roma.
Allí, él está dispuesto a contarle un secreto que lleva guardando
mucho tiempo y que le pesa en el alma. Sin embargo, Justo no sabe el
vuelco que dará su vida inesperadamente tras enterarse de la verdad.
Lo que me he
encontrado en este libro ha sido, principalmente, sentimientos en
estado puro y a flor de piel. Desde que comencé a leerlo, cada
página me suscitaba algún tipo de emoción, todo ello entremezclado
con un halo misterioso y desequilibrante que es lo que, considero,
hace engancharse al/la lector/a y no poder parar de leer.