La vida en minúsculas es una colección de cerca de una veintena de
relatos cortos. No obstante, a diferencia de lo que sucede en
los libros de relatos, cuyas historias tienden a ser aisladas, La
vida en minúsculas está
compuesta por diferentes historias entre las cuales existe un nexo
común. Están narradas
de una forma circular,
ya que el libro comienza y termina con el mismo personaje, Alberto.
Se puede decir que a priori,
Alberto parece ser un alter ego de
su propio autor, Gabriel Neila, ya que además de
compartir oficio, ambos son autores de un libro de relatos.
Alberto
ha vivido durante los últimos meses una diversidad de situaciones
especialmente delicadas, que han hecho que quede sumido en una
profunda apatía.
Ahora, se halla en busca de la inspiración necesaria para poder
componer el que será su próximo libro
de relatos. Decide salir
a dar un paseo por Moraleda, la ciudad donde vive y en la cuál están ambientados todos los
relatos, para así tomar contacto con el mundo que le rodea. Y es
allí donde se encuentra de nuevo con su inspiración, que lleva un
vestido especialmente bonito, el de la rutina.
Los
relatos están narrados
en primera persona,
algo que permite que nos pongamos en la piel de cada uno de sus
protagonistas para poder vivir así una gran diversidad de
situaciones. La vida en minúsculas nos
enseña a mirar tras las apariencias, ya que detrás de cada una de
ellas podemos descubrir un profundo secreto. De esta forma, nos
acerca
a diferentes dramas
y situaciones de especial complejidad, como son los entramados
familiares, la
corrupción,
las infidelidades,
el tráfico de drogas,
el machismo
o la pederastia,
entre otras.
Este
libro es la muestra de que no es imprescindible contar con un/a gran
protagonista y con una historia excelsa que contar, sino que todos y
cada uno/a de nosotros/as,
con nuestras minúsculas historias, también podemos
inspirar y dar
vida a un personaje
de una novela.
Y también es la muestra de que un libro no tiene más calidad por
tener un mayor número de páginas, ya que a veces lo conciso
consigue que el mensaje te llegue de una forma más nítida.
La
brevedad de cada uno de los relatos no resulta un impedimento para
que empatices con el personaje y termines el relato con ansia de más,
de saber qué ha sido de cada uno de ellos. Y este hecho es debido a
que cada uno de los relatos está perfectamente
trazado, de forma que en
pocas páginas puedes hacerte una visión global del personaje y de
su respectiva historia.
Me
ha gustado especialmente el ingenio de Gabriel Neila a la hora crear
la estructura, ya que es la primera vez que me he topado con una
superposición tan creativa de personajes y de novelas. Por todo
ello, os animo a que os sumerjáis en la diversidad de historias que
esconde La vida en minúsculas,
y a que descubráis los secretos de cada uno/a de sus protagonistas.
Y por último, quería agradecerle a Gabriel la confianza que ha
depositado en nosotras para reseñar su libro. Esperamos que tengas
toda la suerte del mundo con él, y que sea el primero de muchos.
FRASE DESTACADA
- “Sin disimular la incomodidad, me puse a trabajar en la vida de una ciudad como la mía, pero el subconsciente surge como una voz incómoda en los momentos menos esperados. La vida en minúsculas me ha hecho darme cuenta de que Moraleda es un territorio donde cada familia esconde un secreto que podría convertirse en novela. Solo he tenido que investigar y dejar libre mi imaginación. Esto es lo más importante. Créanme, cualquier novelista lo hace. La ficción es el territorio ideal para los mentirosos”.
Verónica.
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