Este libro cayó en mis
manos de forma inesperada y, la verdad, me llevé una grata sorpresa
con el mismo. Desde Isabel Allende, no había leído nada de
literatura hispanoamericana y esta novela me hizo recordar lo que me
gusta este tipo de narraciones.
La historia se sitúa en
México, concretamente en un rancho, donde convive una madre
autoritaria y sus hijas. Esta mujer tiene un estilo de vida
completamente recto y tradicional, lo que atormenta en todo momento a
las hijas, especialmente a Tita, que es obligada a renunciar al amor
ya que por ser la hija menor tiene que quedarse cuidando a su madre
hasta su muerte. Tita ve como Pedro, el amor de su vida, se casa con
su hermana para estar más cerca de ella, pero esta situación lejos
de consolarla, la afecta aún más por lo que sucede en
acontecimientos posteriores. Finalmente, las diversas decisiones que
va tomando le depararán un destino completamente inesperado.
Se trata de una novela que
mezcla realidad y ficción al mismo tiempo pero todo perfectamente
concordante y que aporta un toque especial al libro. Lo más original
de todo es ver como cada capítulo se introduce con una receta de
cocina que prepara la familia y los efectos que dicho plato va a
ocasionar en sus miembros, algo que resulta una novedad entre el
drama y el desamor que se sufre durante la lectura del libro.
La escritora ha sabido conjugar muy bien este tipo de realismo mágico, lo que hace que no esperes en ningún momento lo que pueda suceder. Tengo que advertir que contiene muchas expresiones típicas de Sudamérica pero es también enriquecedor y más si el/la lector/a no está acostumbrado/a a este tipo de narración.
La escritora ha sabido conjugar muy bien este tipo de realismo mágico, lo que hace que no esperes en ningún momento lo que pueda suceder. Tengo que advertir que contiene muchas expresiones típicas de Sudamérica pero es también enriquecedor y más si el/la lector/a no está acostumbrado/a a este tipo de narración.
Como curiosidad, tengo que
señalar que este libro fue llevado a la gran pantalla por el marido
de la escritora en una versión muy fiel en todo momento, algo que
siempre es costoso de conseguir cuando se trata de adaptar una novela
al cine.
En definitiva, una novela
de ágil lectura que recomiendo a todo aquel que quiera disfrutar (y
sufrir también) con una historia diferente.
FRASE DESTACADA:
"Mi abuela decía que si
bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no
los podemos encender solos, necesitamos, oxígeno y la ayuda de una
vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir del
aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de
alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el
detonador. […] Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus
detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al
encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma."
Lydia
Bonita entrada :)
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado y de que hayas apreciado esos matices tan particulares que tiene la novela. Me la recomendó mi madre diciéndome que toda mujer que se precie debía leérsela para aprender a valorarse más a una misma, será verdad?
Buena reseña!! me gusta mucho la frase que has destacado, es muy profunda y da lugar a la reflexión :)
ResponderEliminar+1 a Isaac
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