Esta
novela gráfica es obra del escritor y dibujante Art Spiegelman. La edición
española fue publicada por Reservoir Books de Random House Mondadori en 2007.
Está dividido en dos partes, la Parte I titulada "Mi padre sangra
historia" y la Parte II "Y aquí comenzaron mis problemas". Cada
parte, a su vez, se divide en varios capítulos.
Son
muchas las películas vistas y los libros leídos cuyo tema central es el
Holocausto nazi. Puede que mi interés por esta etapa histórica se deba a que
cuantos más detalles conozco del escalofriante genocidio, menos comprendo. Sin
embargo, Maus, que al igual que otras muchas obras trata el tema del Holocausto
nazi, lo hace de una forma peculiar que no permite al /la lector/a cerrar el
cómic y continuarlo al día siguiente.
El
autor narra la espeluznante persecución a los judíos. Más concretamente narra
la historia de su familia, relatada por su padre Vladek, judío polaco superviviente
de los campos de exterminio nazi. Logra
reproducir fielmente la realidad sufrida por la familia del autor, teniendo en
cuenta detalles como el acento del protagonista Vladek al expresarse en
inglés y, consecuencia de la desesperación, cómo los hombres se arrancaban los
dientes o no dormían más que una hora al día durante un año para evitar el
ejército. También refleja la diferencia de trato en el reparto de los cupones
de alimentos y los trapicheos en el mercado negro de alimentos.
La
principal característica que hay que resaltar por ingeniosa es la forma en que
se dibujan los personajes. Las ilustraciones son principalmente oscuras, lo que
facilita situarnos en las aterradoras circunstancias vividas por la población
judía. Pues bien, en el cómic, los judíos se representan como temerosos ratones
buscando constantemente una “madriguera” en la que no ser descubiertos, marcando
sus rasgos de sufrimiento; los nazis como feroces gatos al acecho constante de
los asustados ratones; los franceses como ranas y como bondadosos cerdos a los
no judíos.
Como
resultado del ingenioso modo en que se sitúa al/la lector/a en la historia,
Maus obtuvo en
1992 el primer y único prestigioso Premio Pulitzer otorgado a un cómic, así como
una beca de la Fundación Guggenheim y se expuso en
el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
A la
vez que deja constancia del sufrimiento del pueblo judío, nos transmite
la tensión vivida para plasmar fielmente lo que su padre le va relatando y
así dar forma al cómic.
Me
llamó la atención de éste cómic que el autor no se
limita a contar las penurias de su familia durante el holocausto sino que va
más allá y plasma los daños morales posteriores consecuencia de lo sufrido, como
es la necesidad de su padre de estar siempre acompañado, demostrar
continuamente que a pesar de ser mayor y estar enfermo es capaz de valerse por
sí mismo, el estado nervioso constante, ahorrar en cosas innecesarias, el
suicidio de la madre del autor y la muerte de un hermano al que no conoció.
María
No hay comentarios:
Publicar un comentario