Como cada verano, busco
pasar el tiempo sobre mi toalla perdida entre las páginas de un
libro. Este verano he comenzado con La llave de Sarah. No estaba muy
convencida al saber que se trataba de otra novela que hablaba de la
persecución que sufrieron los judíos en la Segunda Guerra Mundial.
Menos mal que no hice caso a mi primer impulso porque he disfrutado
mucho leyéndola.
El libro nos sitúa en el
16 de Julio de 1942, cuando se produce en París el arresto de más
de 13000 judíos por la policía francesa frente a la mirada de miles
de parisinos que no hicieron nada por evitarlo. Sesenta años
después, con motivo del aniversario de la redada, nuestra
protagonista, la americana Julia Jarmond, es la encargada de hacer un
reportaje para su revista.
Julia empieza investigando
a una familia judía con dos hijos arrestada esa fatídica noche, los
Starzynski. La niña, guiada por la necesidad de salvar a su hermano,
lo encierra bajo llave en un armario secreto, prometiéndole que
volverá a por él.
Esta novela va saltando
sesenta años en el tiempo, en un capítulo estás en viviendo en
primera persona los horrores que pasaron los Starzynski y en otro te
sitúan en un moderno Paris donde una periodista de éxito escribe un
reportaje. Lo que me gusta es que te van desvelando un profundo secreto poco a poco,
haces conjeturas y luego las tienes que deshacer porque el libro
vuelve a dar un giro inesperado. Me ha gustado mucho y la recomiendo,
pero también he de decir que me han sobrado algunas historias de
fondo que nada tienen que ver con el argumento principal y que, a
pesar de que lo que pasaron los judíos fue algo horriblemente
indescriptible, no creo que deba de afectar tanto a una persona como
afecta a Julia, cuando leáis el libro sabréis a que me refiero. Por
último, decir que la parte final del libro, en mi opinión, no
aporta nada sustancial a la historia.
Lo dicho, si os gustan
los misterios y los secretos mezclados con un trasfondo histórico,
este libro os encantará.
Irene
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