DEJAR DE AMARGARSE PARA IMPERFECTAS, Lucía Taboada y Moderna de Pueblo (Zenith/Planeta, 2014)

    Como buena fan de las ilustraciones de Moderna de Pueblo, no pude resistirme a hacerme con Dejar de amargarse para imperfectas, al que junto a la ya citada se une Lucía Taboada, encargada de dotar de texto al mismo.

    No obstante, no podemos encuadrar a esta novela gráfica dentro del género de humor al que Moderna de Pueblo nos tiene acostumbrados/as. Se trata por el contrario de un libro de autoayuda, redactado, eso sí, en clave de humor y con mucho buen rollo. A lo largo de sus páginas trata de ayudarnos a eliminar, o reducir en la medida en que nos sea posible, esa mirada pesimista que tiñe todo aquello que coexista a nuestro alrededor. Y lo hace dándonos claves, a mi modo de ver muy acertadas, para que sepamos sacar una actitud positiva incluso frente a lo que pensemos que puede ser el mayor “dramón” de nuestras vidas. 

    Para ello, se valen de cuatro personajes (aparte de la imperfecta, personaje principal del libro) que son: el neurocientífico, encargado de hacernos conocer un poco mejor el funcionamiento de nuestro cerebro; la psicóloga, cuyo papel es reforzar nuestra confianza y autoestima para así lograr potenciar nuestras capacidades, que seguro que son muchas; el entrenador personal, mediante el que se incluyen una serie de prácticas y ejercicios físicos para ayudarnos a ponernos en forma y sobretodo a mejorar con ello nuestro estado de ánimo; y por supuesto el personaje de la malévola, que habita siempre dentro de nosotras y que representa el poder que tiene el pensamiento negativo.

    A su vez, el libro se articula en torno a aquellas preocupaciones que más nos atormentan: el amor, el físico, la salud, el trabajo y el futuro. De esta forma, a través de los cuatro personajes del libro tratan de ayudarnos a autoconocernos mejor, para así reconocer aquellas distorsiones cognitivas que nos limitan y poder aprender a combatirlas eficazmente, poniendo el foco en lo positivo en lugar de en lo negativo.

    El último bloque es un plan de entrenamiento estructurado en tres semanas que nos ayuda a poner en práctica toda la teoría de los primeros bloques.

    Sí que es cierto que el lenguaje que utiliza el libro y el diseño de las ilustraciones hacen que se trate de una novela gráfica dirigida especialmente al público femenino, lo cual tampoco resulta impeditivo para aquellos hombres a los que les apetezca pasar un buen rato con el mismo, ya que las preocupaciones que en él se tratan son de carácter universal.

    Es un libro de fácil lectura, que a mi personalmente me ha hecho disfrutar mucho, ya que ironiza con muchas de las situaciones cotidianas que más nos preocupan y que en su inmensa mayoría son de lo más absurdo. Porque como todas sabemos, nunca es tarde si la dicha es buena, ya que como dice el tópico, ser feliz empieza en nosotros/as mismos/as.

Verónica.