25 de febrero de 2014

EL TANGO DE LA GUARDIA VIEJA, Arturo Pérez Reverte (Alfaguara, 2012)

Siempre había sentido curiosidad por las novelas de Arturo Pérez Reverte, pero fue la recomendación de esta novela la que me hizo decidirme por fin a leer algo de este escritor.

Como protagonistas principales nos encontramos a Max Costa, un bailarín mundano entre otras “profesiones” no tan dignas de renombre, y a Mecha Inzunza. Ambos se conocen a bordo del crucero cap polonio, donde Mecha Inzunza viaja con su marido, un compositor de reconocido prestigio. Es allí donde surge una fuerte, a la par que extraña, conexión entre los tres, que los transportará a Buenos Aires para adentrarse en los orígenes del tango, que según describe el autor, no es nada parecido al tango que se baila en nuestros días.
Posteriormente, la historia de nuestros protagonistas se traslada a Niza, coincidiendo con la Guerra Civil española, para acabar en Sorrento. Es allí donde se producirá el último encuentro entre ambos, cuya trama, situada en el contexto de la Guerra Fría, girará en torno al ajedrez.


El pilar básico sobre el que se articula esta novela es el amor tormentoso que surge entre los protagonistas, que se proyecta a lo largo de los años. No obstante, esta novela se centra más en el aspecto carnal de la relación, y es por ello por lo que encontraremos innumerables escenas de sexo, demasiadas en mi opinión, recreadas con todo tipo de detalle.

En esta obra queda patente la importante labor de documentación que hizo Arturo Pérez Reverte, consiguiendo introducirnos en los orígenes más remotos del tango. Y al mismo tiempo, me parece conveniente destacar la calidad de su escritura, recreando minuciosamente cada uno de los escenarios en los que transcurre esta novela, con lo que consigue que podamos imaginarlos a la perfección.

Muy a mi pesar, El tango de la guardia vieja no ha conseguido fascinarme todo lo que esperaba, debido principalmente a que no he conseguido empatizar del todo con los personajes y a que la narración de los hechos me ha resultado lenta e incluso pesada en determinados momentos. Con todo, os invito a que le deis una oportunidad, ya que a pesar de todo me parece un libro altamente recomendable.

FRASE DESTACADA
  • “-Si pudiéramos volver atrás, quizá las cosas fueran... No sé. Otras. -Nunca son diferentes. Cada cual arrastra consigo su estrella. Las cosas son lo que deben ser”.

Verónica.

2 comentarios:

  1. Me cantó este libro, entiendo que las escenas de sexo que se recrean son las que nos transmiten la inseparable e inexplicable conexión entre personajes, ¿Qué me dices de lo que se aprende de ajedrez con esta novela? jajajaja

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  2. Si, está claro que el autor ha querido establecer una conexión entre ellos a través del sexo, que no me parece un mal enfoque. Pero sí es cierto que a la hora de leerlo se me hacía pesado, porque las escenas sexuales eran bastante frecuentes y siempre venían a decir lo mismo... No sé, me ha faltado algo en la historia que consiguiera mantenerme enganchada y no querer separarme del libro! jajaja
    Pero sí que aporta muchos datos curiosos, tanto del tango como del ajedrez... así que por ese lado es bastante enriquecedor.. ;)

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