El interés personal la lleva a
contactar con dos familias que le contarán su versión acerca del
conflicto existente.
Las dos versiones resultan ser
paralelas, incluso en varios momentos se entrelazan.
Por un lado, la familia Zucker, judíos
que viven en San Petersburgo, obligados a huir a la Tierra Prometida
debido a los repetidos pogromos que sufren los judíos.
Por otro lado, los Ziad, árabes
palestinos cuyas necesidades unidas a las de los Zucker harán
que sus familias se relacionen y convivan en La Huerta de la
Esperanza como una única familia, unida por lazos igual o más
fuertes que la sangre, la verdadera amistad.
El conflicto existente entre árabes y
judíos por el territorio, junto con las diferencias en la religión
que cada familia profesa, amenazan la forjada relación de las
familias durante varias generaciones.
La autora Julia Navarro plasma con
rigor histórico múltiples hechos como son la Segunda Guerra
Mundial; el momento en que la ONU se reunía el 29 de Noviembre de
1947 para votar el plan por el que se recomendaba la partición de
Palestina en dos; la Guerra de los Seis Días en la que los Estados
Árabes fueron derrotados por las Fuerzas de Defensa de Israel, que
conquistaron todo Jerusalén; la persecución de los judíos en
Alemania, etc.
Esta novela me ha permitido conocer en profundidad a personajes históricos relevantes que no conocía, como el gran Muftí Husseini, principal promotor del nacionalismo árabe. Llegó a reunirse con Mussolini y Hitler para lograr “acabar” con judíos y británicos; saber como era la organización y forma de vida en un Kibutz (propiedad colectiva, decisiones democráticas, igualdad de salarios, trabajo agrícola y rotación de puestos) y un sin fin de información y detalles ocurridos en esos años.
En mi opinión, lo más destacado del libro “Dispara, yo ya estoy muerto” es que refleja plenamente la capacidad de amar de las personas y los inconvenientes y dificultades que una persona de una determinada religión puede sufrir cuando se relaciona con otra persona de religión distinta a la suya, salvo que ambas personas tengan presente en todo momento que la amistad incluye respetar.
Esta novela me ha permitido conocer en profundidad a personajes históricos relevantes que no conocía, como el gran Muftí Husseini, principal promotor del nacionalismo árabe. Llegó a reunirse con Mussolini y Hitler para lograr “acabar” con judíos y británicos; saber como era la organización y forma de vida en un Kibutz (propiedad colectiva, decisiones democráticas, igualdad de salarios, trabajo agrícola y rotación de puestos) y un sin fin de información y detalles ocurridos en esos años.
En mi opinión, lo más destacado del libro “Dispara, yo ya estoy muerto” es que refleja plenamente la capacidad de amar de las personas y los inconvenientes y dificultades que una persona de una determinada religión puede sufrir cuando se relaciona con otra persona de religión distinta a la suya, salvo que ambas personas tengan presente en todo momento que la amistad incluye respetar.
*Frase destacada:
"No tengo apego a ninguna patria. ¿Cuál es la mía? ¿Aquella aldea polaca donde nací? ¿Acaso Rusia, la patria de mi padre? ¿Quizá Francia, la patria de mi madre? ¿O Palestina porque soy judío? No, no me interesan las patrias, los hombres se matan por ellas".
María
Maria, me he leído el libro y me encantó. No podías haber hecho mejor reseña. Bessis de la otra parte de irely.
ResponderEliminar