El interés personal la lleva a
contactar con dos familias que le contarán su versión acerca del
conflicto existente.
Las dos versiones resultan ser
paralelas, incluso en varios momentos se entrelazan.
Por un lado, la familia Zucker, judíos
que viven en San Petersburgo, obligados a huir a la Tierra Prometida
debido a los repetidos pogromos que sufren los judíos.
Por otro lado, los Ziad, árabes
palestinos cuyas necesidades unidas a las de los Zucker harán
que sus familias se relacionen y convivan en La Huerta de la
Esperanza como una única familia, unida por lazos igual o más
fuertes que la sangre, la verdadera amistad.